domingo, 9 de agosto de 2009

AHORA (LOCURA)






Le dije, ¡no te rías!, aun asi siguió riéndose, a carcajadas, burlona y provocativamente. Le dije, le avise, lo que escribo puede materializarse. Volvió a reírse. Esa maldita costumbre de tomarme en broma, de parecerle tan estupido. Siempre creyendo solo lo que la razón y la “realidad” le indican. Es una pena que no pueda ver lo acotado de su raciocinio, el desprecio a lo que no comprende. Bien, el idiota se lo merecía, no lo veré más. He escrito delante de sus narices, “¡ahora te mueres!” y solo conseguí que se muriera… de la risa. Se fue tan tranquilo hasta perderse y yo en mi vergüenza, en mi derrota, me encerré en esta sucia pieza gritando sin parar ¡¡¡ahora te mueres!!! La dueña de la pensión cansada de mis repetidas escenas llamo a la policía y la ambulancia…

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