Mi abuelo, el que me forjo, se llamaba Juan, yo era chico, siete años, con algunos trastornos de conducta. Empece el primero superior de la escuela primaria, el primero inferior lo hice libre. MI abuelita victoria, me llevo a la escuela, no queria que me pasara nada malo. Era un chico que no me destacaba por un fisico especial, sino del monton. Me puso un cuidador mas grande, al que le pagaria un paquetes de galletita Manon si cuidaba que no me dañaran.
Pasò que en el primer recreo, me llama Miguel, mi angel protector, grandote que era, y rodeado de niñas èl, me dice veni aca, que queres pregunte yo, atame los zapatos, pero si los tenes atado, no importa, los desatas y los volves a atar, y yo pensaba, si lo hago es una humillacion, si no lo hago me va a pegar, y me humille.
Volvi quince cuadras, a la salida, llorando por la calle, moqueando, y llegue a casa. Debajo de una higuera mi abuelo juan, que le pasa a usted!, asi me trataba, de usted, cuando algo no le gustaba. Yo: nada, cuenteme que tiene los ojos colorados de llorar!. Segundo mal trago del dia, no solo me humille, sino que mi abuelo se dio cuenta, le conte, le pedi que no le dijera nada a mi abuela. No, no le voy a decir nada a la vieja, pero mañana usted vuelve con la nariz rota pero nunca màs llorando.
Mi abuelo era hombre de campo, cuchillero, peleador, pero a mi me queria entrañablemente. Me dio una leccion de como pelear. Asi que volvi al dia siguiente, nuevamente Miguel, nuevamente las chicas con el, otra vez me llama, dame plata, y le escupi la cara. Asiiiii, preparate porque a la salida te rompo la trompa. Todos loschicos olian sangre, mia por supuesto, y llego la hora de la salida.
Al campito de al lado, ahi, ahi se peleaba, me iba a matar, hicieron una ronda, y en el medio mi guardia asesino y yo, bueno a sacarse los guardapolvos dijo Miguel, saboreando la paliza que me iba a dar, y empezo sonriente a quitarselo, estaba empezando cuando lo golpee en los testiculos, cayo al piso y le desfigure la cara, las maestras nos llevaron a direccion, yo furioso todavia, lo queria matar, no me habia podido tocar. El grandote lloraba, los demas desalentados, y a mi que no me podian tener. Le gritaba que lo iba a matar, yo un piojo, y el diciendoles a las maestras que yo tenia la culpa, buchon, cobarde, gallina, te mato, le gritaba, me vino a buscar mi tio, y me llevaron a casa.
Debajo de la higuera mi abuelo se reia, al dia siguiente en Direccion el dijo, yo soy Juan Brindisi, el abuelo del que le pego al grandote, en las peleas no hay pelea limpia, si lo molestan lo van a encontrar, no me vuelvan a llamar.
Nunca mas lo llamaron. Ahi detono mi locura. Era una rabia intensa que llevaba adentro y cuando estallo parecia un volcan. Hasta hace menos de una decada atras, fui por la vida resolviendo muchos conflictos asi, ahora si me siento tranquilo, ya no tengo deudas conmigo, ya no me peleo porque se me paso el miedo. La vida me dio las cartas asi y yo jugue.
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