LA PEÑA ABRIO SUS PUERTAS...

Éra la madrugada cuando dos mujeres que recorrieron estas pampas y anduvieron bajo estos cielos, golpearon en la tapera que funge las veces de sede, según reza en la entrada de la peña “El chancho swinger”. Larga que fue la noche, y difícil el mate de ginebra, los dos próceres, Juan y Robert no podían levantarse después de tanta filosofía liquida. El agringau le dijo al aporteñau, anda vos. Y allí salio el Robert, pero en dirección equivocada, porque no le habían dicho donde o por el dope que tenia.

Los golpes en la puerta eran suaves como la brisa que sopla por las tardes primaverales sobre los medanos de la costa atlántica. Pahhhhhhhhhhhhhhh, mentiroso el bonaerense,
Decía, suave los golpes,como Monzón contra Benvenutti, allá por el 70. El rancho, mal llamada así nuestra benemérita sede, se venía abajo, (y aquí el relato levanta vuelo literario) caía como el primero de los tres chanchitos (viste que te dije que levantaba vuelo) ante el soplar del lobo feroz, que antes se había comido a caperucita, a la abuelita y había sometido a vejaciones inenarrables al leñador machote del cuento infantil.

No nos desperdiguemos, no nos dispersemos, no nos, nono, nono, nono de sueño, no de abuelos, che. Robert peina canas y Juan también, pero como esta pelado, peina canas ajenas.

Bien, acertamos a abrir, y suerte que esto lo escribo yo, porque la cara de susto de las dos guainas era tal, que en medio de esa densidad desértica, con el sol dándoles en la frente, chorreándoles tremendas gotas, que ya hacían un rio pequeño y redondito (como que eso no es un rio?, bueno es la figura que a mi se me ocurre, que joder, licencia literaria que le dicen), no sabían como escaparse, arrepentidas o atraídas por el canto de sirenos (jajjaja, gordos y viejos los sirenos y desafinau, glup, perdón dones).

Juan impostÓ su mejor voz de gaucho de la zona de Gabino aeropuerto Ezeiza y dijo, virilmente, que se los ofreceeeeeeeeeeee?????????? (eso de la voz aflautada fue un accidente por lo repentino de la mañana). Y allí Maria, no divaguen que esto no es la Biblia, allí María y Andy (que se aprovecho de la curda de los próceres) les explico que su nombre en tehuelche antiquísimo significaba "avecilla que revolotea sobre la flor almibarada del jardín del hacedor y aledaños", se presentaron ambas y dijeron, je, ahora somos más, somos cuatro o cinco, porque nosotros también somos alpedistas de la primera hora. Y quedo la puerta abierta, con los dos héroes encerando el piso de la sede que es de tierra. Desde aquí le digo, con la ciática a la miseria, Juan y la p…. (continuara) (continuaran?)